Kuma nace en Málaga, entre el mar y la montaña, donde los caminos serpentean entre pinares y el aire huele a tierra húmeda y sal.

Surge de mi pasión por la naturaleza, por las rutas que recorro en bici de montaña y las caminatas que me han acompañado desde siempre. En cada subida, en cada sendero polvoriento, encontré una forma de desconexión, de libertad y de inspiración que acabó transformándose en esta marca.

Pero la historia de Kuma empezó mucho antes, cuando era un niño.

Recuerdo los viajes a Portugal, y cómo me encantaba visitar un centro comercial donde me sacaba una foto con un gran oso de peluche. Aquel oso, enorme y amable, se quedó grabado en mi memoria como un símbolo de ternura y aventura. Con el tiempo, se convirtió en algo más: en la representación de ese espíritu protector y libre que hoy da nombre a esta marca.

Kuma no es solo ropa. Es el reflejo de esa sensación que te da estar en movimiento, respirar profundo y sentirte parte del paisaje. Cada prenda está pensada para quienes aman la aventura cotidiana, para quienes buscan en la naturaleza un espacio de calma y autenticidad.

Desde el inicio, he querido que Kuma conserve ese espíritu sencillo y honesto: crear con propósito, dejando una huella ligera.

No se trata solo de diseñar, sino de compartir una forma de vivir más conectada con lo que nos rodea.

Kuma es el resultado de ese recorrido: de las rutas en bici bajo el sol, de los amaneceres en la montaña, del esfuerzo, la constancia y el cariño de una comunidad que crece paso a paso.

Esta es nuestra huella.

Una historia que empezó en Málaga, impulsada por la naturaleza, por un oso que me acompañó en la infancia y por el deseo de inspirar a otros a salir ahí fuera y vivir su propio camino.